La nube privada de la actualidad está viva y vigente en la TI moderna

Jeff DeVerter

robot standing next to three server towers

 

Cuando piensa en una nube privada, lo más probable es que piense en una infraestructura dedicada que reside en su centro de datos local, en una instalación de colocación o en un centro de alojamiento gestionado. Probablemente, piense en control, seguridad, rendimiento y confiabilidad.

¿Pero también le hace pensar en escalado en tiempo real, en los precios de consumo o en la automatización inteligente? ¿Y quizás, en inteligencia artificial y machine learning? ¿Contenedores? ¿Sin servidor?

Si aún no le hace pensar en todo eso, pronto lo hará. La nube privada, que en los últimos años se consideraba un ciudadano de segunda clase en comparación con la nube pública, está rompiendo los estereotipos y demostrando que, efectivamente, está viva y vigente en la TI moderna.

En la nube privada de la actualidad, usted puede ejecutar todo un centro de datos definido por software sobre un infraestructura no compartida, creando, así, una completa experiencia similar a la de la nube. Puede tener implementaciones completas de inteligencia artificial y de machine learning, crear experiencias de desarrollador prácticamente sin servidor e implementar automatización avanzada. Todo es posible en la nube privada.

Esto abre nuevas posibilidades para las empresas que no pueden moverse a la nube pública, ya sea por geografía, requisitos de rendimiento, regulaciones e, incluso, cultura empresarial. Ahora pueden aprovechar las innovaciones de nube, dentro de la previsibilidad y familiaridad de su propia nube privada.

 

La nube privada llegó para quedarse

Incluso en medio de una adopción masiva de la nube pública, las empresas se han aferrado a sus nubes privadas para determinadas cargas de trabajo, especialmente, para las aplicaciones clave y diferenciadoras de negocio y para las que tienen requisitos normativos estrictos. En consecuencia, estas empresas están bien posicionadas para obtener un rendimiento aún mayor de su inversión en la nube privada, a medida que buscan nuevas e innovadoras formas de ponerlas a trabajar.

Esta sostenida confianza en la nube privada está respaldada por un estudio que llevamos a cabo en septiembre de 2020. Les pedimos a más de 1800 responsables de decisiones tecnológicas de más de diez países que compartieran sus perspectivas sobre el futuro de la informática para sus organizaciones. Esto es lo que descubrimos:

  • Las organizaciones están ejecutando aplicaciones en una división relativamente equilibrada entre nube pública (35 %), nube privada (35 %) y centros de datos/colocación (30 %).
  • El 43 % de las organizaciones están ejecutando aplicaciones clave en la nube privada, incluidos sistemas de comercio electrónico, automatización administrativa, CRM y sus propios productos y servicios desarrollados.
  • Aunque proyectan trasladar las aplicaciones no diferenciadoras a SaaS, estas organizaciones también anticipan que su presencia general en la nube privada permanecerá igual durante, al menos, los próximos dos años.

Y a medida que VMware y otros socios siguen innovando en torno a la infraestructura no compartida, esperamos que el uso de la nube privada continúe y se fortalezca.

 

¿La nube privada es adecuada para usted?

Cada vez que se proponga seleccionar una plataforma de nube para una carga de trabajo concreta, le recomendamos que tome decisiones en función de sus necesidades de datos, seguridad y aplicaciones. Comience por hacer preguntas tales como: ¿tengo determinados requisitos normativos o de privacidad de los datos? ¿Esta carga de trabajo requiere un ambiente en particular? Y, en algunos casos, ¿debería esa carga de trabajo abarcar la nube pública y la nube privada, o, incluso, múltiples nubes públicas?

Tomemos un ejemplo.

Digamos que tiene una solución de IoT que hace funcionar y calibra máquinas en tiempo real, y la necesita para tomar decisiones lo más cerca posible de la planta de fabricación. Esta restricción descartaría, históricamente, la nube pública. Pero, ¿qué le parece ejecutar una nube pública en su propia nube privada? Podría ejecutar una pila de Anthos directamente en su planta de fabricación y tener una gran pila de contenedores que gestionen esa solución de IoT.

También podría tener hardware y software tradicionales para tomar decisiones y ajustar su línea de producción. Puede tomar los metadatos y los datos resultantes almacenados en forma local y enviarlos a la nube pública que elija para realizar el análisis. Esto le ayuda a obtener un conocimiento más profundo y a generar previsiones futuras, evitando a la vez cargos por egreso de datos.

En este caso, sí, la nube privada es la opción correcta. Pero también lo es una nube pública ejecutada en una nube privada. Y también una nube a hiperescala y contenedores.

La decisión ya no es binaria. Tiene una amplia variedad de opciones y la libertad de diseñar una solución que cumpla con los requisitos específicos que busca.  Por eso, asegúrese de que la nube privada esté incluida en su arsenal de opciones.

 

Descubra la nube privada de la actualidad

Hace poco, presenté una charla de 30 minutos, “La nube privada ha muerto. Larga vida a la nube privada”. En esta presentación, profundizo la historia de la nube privada, los motivos por los que las empresas siguen eligiéndola y el brillante futuro que tiene por delante. También hablo sobre la importancia de tener una visión única y consolidada de todos los ambientes (nube pública, nube privada e híbrida, y en aplicaciones, datos y seguridad) para poder controlar el rendimiento y el gasto.

 

Descubra la próxima generación de nube privada.